Hongo degradador de plástico ofrece esperanza frente a la contaminación global

Sidney, Australia | 16 de junio de 2025 — Investigadores de la Universidad de Sídney han identificado dos cepas de hongos con capacidad para degradar polipropileno, uno de los plásticos más comunes y resistentes, utilizado en envases, textiles y componentes industriales. El hallazgo representa un avance relevante en la búsqueda de soluciones sostenibles al creciente problema de residuos plásticos.

Tras 140 días, los investigadores observaron una degradación completa del material, lo que constituye la tasa más rápida registrada hasta la fecha para este tipo de polímero.

El estudio, publicado en la revista Science of the Total Environment, detalla que las especies Aspergillus terreus y Engyodontium album lograron descomponer hasta el 27 % del polipropileno en condiciones de laboratorio en un plazo de 90 días.

La investigación fue liderada por la doctora Samantha Jenkins, del Centro de Ciencias Ambientales Aplicadas de la Universidad de Sídney. Los experimentos se realizaron en entornos controlados, donde se aplicaron pretratamientos físicos y químicos —como exposición a rayos UV, calor y reactivos tipo Fenton— para debilitar la estructura del plástico antes de la acción fúngica.

“El polipropileno representa cerca del 28 % de los residuos plásticos que terminan en vertederos y océanos. Nuestra meta es contribuir a un modelo de tratamiento que pueda escalarse en procesos industriales o municipales”, explicó la Dra. Jenkins en una entrevista con medios australianos.

Si bien el hallazgo no implica una solución inmediata para el reciclaje masivo de plásticos, abre la puerta a investigaciones sobre biorreactores basados en hongos, con potencial aplicación en la gestión de residuos sólidos urbanos. Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), más de 400 millones de toneladas de plástico se producen cada año, y menos del 10 % se recicla efectivamente.

De momento, el proceso requiere condiciones específicas de laboratorio, y no se ha comprobado su efectividad en entornos naturales o a gran escala. Tampoco se ha evaluado la viabilidad comercial de la conversión del plástico degradado en subproductos útiles, como biomasa.

No obstante, este avance se suma a una creciente línea de investigación que busca alternativas biotecnológicas al manejo de residuos. En años recientes, otros estudios han documentado la capacidad de bacterias, gusanos y enzimas para degradar diversos tipos de plásticos, aunque con limitaciones en cuanto a tiempo, volumen o condiciones ambientales.

El equipo de la Universidad de Sídney continuará investigando la optimización del proceso y su potencial escalamiento, con miras a futuras aplicaciones en la industria del reciclaje. El estudio ha sido financiado por el Consejo Australiano de Investigación y entidades dedicadas a la sostenibilidad urbana.